March 13, 2021

For God So Loved the World

This week's Gospel reading is one of those famous readings. It's one of those ones we hear a lot. It's one of those ones that gets talked about a lot. It's the one you see in signs at football games and baseball games. It's the reading that includes John 3:16, which is the phrase, "God so loved the world that He gave His only begotten son so that those who believe may receive eternal life."

Further into the reading, Jesus says, "The light came into the world. But people preferred darkness to light." People? Who are these people that Jesus is talking about? It's easy to think of that as, well, that's other people, right? That's not us. That's those other people. I said to my son, Ralph, the other day, "Who is on the naughty list? And who is on the nice list?" He was having a little bit of trouble at school. And I didn't want to ask him who was picking on him at school or who he was getting into it with at school. So I asked him, "Who do you think would be on the naughty list or the nice list this year?" And he came up with a few things for the nice list, a few other kids on the nice list. And then I said, "Well, who do you think will be on the naughty list?" He said, "My worst enemies." I said, "Ralphy, who are your worst enemies?" “Those people who killed Jesus.” And I was like—it was just this moment of—I didn't know what I was going to hear—certainly was not expecting to hear that he had worst enemies, certainly was not expecting to hear what he came up with. But it's easy for us to cast evil over there, as somebody else did that. And so while reading this phrase, "The light came into the world. But people preferred darkness to light," who are the people? I am the people. You are the people. Sometimes we prefer darkness to light. We prefer darkness to light sometimes. Let's be honest about that because being honest about that is the starting. Every journey begins where we are. And where we are is sometimes we prefer darkness to light.

Jesus goes on and explains why we prefer darkness to light, "The light came into the world. But people preferred darkness to light because their works were evil." Yeah, we do bad stuff sometimes. Our capacity for bad, our capacity for evil, is real. We can’t pretend it's not there. But that doesn't help us in our journey. Jesus goes on to say, "Everyone who does wicked things hates the light and does not come toward the light." What are the things that keep us from Jesus? “Wicked things”—maybe that's not the words we use. Maybe we measure our wicked things in degrees. But the reality is we do things, every day, that don't help us become the-best-version-of-ourselves. We do things, every day, that place obstacles between ourselves and God. And Jesus is simply saying, hey, recognize these things as stumbling blocks, as obstacles. And if they're stumbling blocks between you and the-best-version-of-yourself, if they're obstacles between you and God, then there's something wicked about that. There's something evil about that. There's something dark about that.

So what's Jesus saying to us in the Gospel reading this week? He's saying: Prefer light to darkness. Be aware when you're preferring darkness over light. Be aware when you're even in the shadows. And spend time with the light. Spend time with the light. Every day, spend time with the light so that the light within you can grow greater and stronger and brighter every single day of your life.

13 de marzo de 2021

¡Así amó Dios al mundo!

La lectura del Evangelio de esta semana es una de esas lecturas famosas. Es una de esas que escuchamos mucho, que se comentan mucho. Es aquella que ves en las carteleras de los partidos de fútbol o de baloncesto. Es la lectura que contiene la cita de san Juan 3,16: «¡Así amó Dios al mundo! Le dio a su Hijo Unigénito, para que quien cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna».

Más adelante en la lectura dice Jesús: «…la luz vino al mundo, pero la gente prefirió las tinieblas a la luz». ¿La gente? ¿Quiénes son esas personas de la que habla Jesús? Es fácil pensar que, bueno, está hablando de otra gente, ¿verdad? Esos no somos nosotros. Esas son otras personas. El otro día le dije a mi hijo Ralph: –¿Quién está en la lista de los bien portados y quién en la de los mal portados? Él estaba teniendo algunos problemillas en la escuela y no quería preguntarle directamente quién lo tenía entre ojos o quien se estaba metiendo con él. Así que le pregunté: –¿Quién crees que podría estar en la lista de los bien y de los mal portados este año? Y dijo unas cuantas cosas acerca de los bien portados, y mencionó algunos nombres. Entonces le dije: –Bueno, ¿quién crees que estará en la lista de los mal portados? –Y dijo–: ­¡Mis peores enemigos! ­–Y le dije–: Ralphy, ¿quiénes son tus peores enemigos? Esa gente que mató a Jesús -me dijo- . Y yo me quedé perplejo…bueno, no tenía ni idea de lo que iba a decirme, definitivamente no esperaba escuchar que él tenía peores enemigos y ciertamente no esperaba que saliera con eso. Pero es fácil para nosotros señalar el mal por ahí como si alguien más lo hiciera. Y por eso al leer esta frase: «…la luz vino al mundo, pero la gente prefirió las tinieblas a la luz», me pregunto quiénes son estas personas. Yo soy esa persona. Tú eres esa persona. Algunas veces preferimos las tinieblas a la luz, la oscuridad a la luz. Seamos honestos al respecto, pues ese es el comienzo. Toda travesía parte del punto donde te encuentras. Y a veces nos encontramos en una situación donde preferimos las tinieblas a la luz.

Jesús continúa y explica porqué preferimos la oscuridad a la luz: «…la luz vino al mundo, pero la gente prefirió las tinieblas a la luz porque sus obras eran malas». Pues sí, a veces hacemos cosas malas. Nuestra capacidad para el mal, para la maldad, es real. No podemos pretender que no está ahí. Pero eso no nos ayuda en nuestro camino. Jesús continúa y dice: «Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz…». ¿Qué es lo que nos aleja de Jesús?, ¿las malas obras?, quizás no lo decimos con esas palabras. Quizá medimos las malas obras en grados, pero la realidad es que cada día hacemos cosas que no nos ayudan a llegar a ser nuestra mejor versión. Hacemos cosas a diario que ponen obstáculos entre nosotros mismos y Dios. Y Jesús está sencillamente diciéndonos: —Oye, reconoce que esto es un impedimento, un obstáculo. Y si hay impedimentos entre tú y Dios entonces hay algo de malo en eso. Hay algo maligno en eso. Hay algo oscuro en eso.

Entonces, ¿qué nos está diciendo Jesús en la lectura del Evangelio de esta semana? Nos dice: Prefiere la luz a la oscuridad, reconoce cuando prefieres la oscuridad a la luz, sé consciente incluso si estás en la sombra. Y pasa tiempo en la luz, pasa tiempo en la luz. Hazlo así a diario para que la luz dentro de ti pueda volverse más luminosa, intensa y resplandeciente a medida que avanzas por el camino de la vida.